La Liga
La Real Sociedad atraviesa un verano intenso en lo que respecta a la confección de su plantilla. La dirección deportiva de los txuri-urdin ha iniciado una profunda reestructuración que ha dejado numerosas bajas confirmadas.
Primero se cerraron las salidas de Jon Magunazelaia al Eibar, Martín Zubimendi al Arsenal y Jon Ander Olasagasti al Levante. A esa lista se sumaron en los últimos días Carlos Fernández, que jugará en el Mirandés, y Jon Pacheco, cuyo fichaje por el Deportivo Alavés se hizo oficial este lunes. Y no será el punto final: se esperan nuevos movimientos, con nombres como Javi López, Sheraldo Becker, Álvaro Odriozola o Umar Sadiq en el foco.
El caso del delantero nigeriano es, sin duda, el gran culebrón del verano en Donostia. La Real Sociedad no cuenta con él para el futuro inmediato, y el propio futbolista tampoco quiere seguir. Su contrato se extiende hasta 2028, pero la entidad blanquiazul busca un traspaso definitivo que permita recuperar parte de los 20 millones invertidos. El problema surge porque Sadiq sólo contempla un destino: el Valencia CF.
Sadiq prioriza al Valencia ante cualquier oferta
El conjunto che ha ofrecido una cesión con coste de 500.000 euros y asumiendo el sueldo del jugador, quien incluso aceptaría rebajarse la ficha para facilitar la operación. Sin embargo, la Real exige una venta, algo que complica la negociación. El Girona FC, consciente de la situación, sí se muestra abierto a pagar un traspaso, lo que además abriría la puerta a que los vascos pudieran lanzarse de forma decidida a por Yangel Herrera, objetivo para reforzar el centro del campo. Aun así, el nigeriano se mantiene firme: quiere volver a Mestalla y no escucha otras propuestas.
La situación se ha tensado todavía más en las últimas semanas. Sadiq no estuvo presente en el estadio durante el último partido ante el Espanyol, donde sí acudieron otros descartados, ni aparece en la foto de vestuario en el homenaje a Turrientes por sus 100 partidos. Además, el club no le ha asignado dorsal para la próxima campaña, una señal evidente de que no entra en los planes.

Resulta llamativo que un jugador con números tan discretos esté forzando tanto. En tres años ha disputado apenas 50 partidos con la camiseta blanquiazul, sumando menos de 2.000 minutos y únicamente cuatro goles. Su trayectoria quedó marcada desde su llegada en 2022, cuando anotó en su debut y se lesionó de gravedad en el segundo encuentro. Desde entonces, nunca logró recuperar el nivel que mostró en etapas anteriores.
Su paso más convincente llegó precisamente en Mestalla durante la segunda vuelta de la última temporada, donde firmó seis tantos con el Valencia, reencontrándose con la confianza que había perdido en San Sebastián. De ahí nace su deseo de regresar a las órdenes de Corberán. Sin embargo, su postura de fuerza frente a la Real resulta difícil de sostener. El club busca soluciones que equilibren lo deportivo y lo económico, consciente de que el futuro de Sadiq Umar marcará en gran medida el cierre del mercado para los de Anoeta.
