
Premier League
El Manchester United vive días de máxima tensión. Tras un inicio de temporada irregular que ha generado dudas entre la afición y la prensa británica, el futuro de Rúben Amorim en el banquillo de Old Trafford parece depender de un hilo.
Sin embargo, en las últimas horas se ha filtrado un detalle que podría cambiar la percepción inmediata sobre el técnico portugués: el propio Jim Ratcliffe, copropietario del club y encargado directo de la gestión deportiva, ha trasladado un mensaje de respaldo al entrenador.
El Manchester United sigue confiando en Amorim... con muchas dudas
The Athletic considera que el empresario británico mantuvo una reunión privada con Amorim en las instalaciones de Carrington, donde habrían hablado sobre el momento delicado que atraviesa la plantilla. Pese a los rumores que circulan en la prensa, Ratcliffe habría mostrado su apoyo, enfatizando que la institución no contempla un despido inmediato, al menos en el corto plazo.
Este gesto contrasta con la presión mediática que rodea a los Red Devils, donde muchos apuntan a que la directiva está perdiendo paciencia ante la negativa del técnico a modificar ciertos aspectos tácticos que no están funcionando. Los resultados son los que mandan en el fútbol de élite y, según diversas fuentes, la continuidad del entrenador se juega en las próximas tres jornadas de la Premier League.
El calendario no es nada sencillo para los de Old Trafford. Amorim necesita sumar victorias de manera urgente para apaciguar el ambiente y, sobre todo, convencer a los aficionados de que su proyecto todavía tiene recorrido. La grada de Old Trafford empieza a mostrar señales de impaciencia y cualquier tropiezo podría acelerar la toma de decisiones por parte de los propietarios.
Ratcliffe, consciente de la importancia de la estabilidad, ha querido transmitir calma en un momento de gran incertidumbre. Su mensaje busca blindar al entrenador ante la avalancha de críticas, pero también pone una condición clara: ganar los tres compromisos que se avecinan. En caso contrario, todo apunta a que el portugués podría tener las horas contadas en el club.
La relación entre entrenador y jugadores también será clave. Parte de la prensa inglesa señala que algunos futbolistas no están cómodos con el estilo de Amorim, mientras que otros defienden que el grupo necesita tiempo para adaptarse a su propuesta. La realidad es que en un club de la magnitud del Manchester United, los plazos son cortos y los resultados marcan la hoja de ruta.
Así, el mensaje de Ratcliffe puede interpretarse como un último voto de confianza antes de una posible ruptura. Amorim todavía tiene margen para revertir la situación, pero las próximas semanas serán definitivas. En la cuna del Teatro de los Sueños, el margen de error es mínimo y la paciencia escasea. Si no llegan las victorias, Ratcliffe y su equipo directivo no tendrán más remedio que buscar un nuevo entrenador que devuelva la grandeza a los Red Devils.