El Arsenal derrotó, el pasado fin de semana, al Manchester City y se clasificó a la final de la FA Cup 2020, en un encuentro que dominaron en la mayoría del tiempo. Pero, más allá de hablar del partido como tal, analizaremos una de las variantes que utilizó el equipo de Mikel Arteta para poder neutralizar a su rival y que le sirvió para minimizar sus cualidades con la pelota. Estamos hablando de su presión alta que, con múltiples aristas, fue eficaz ante el inicio de juego del equipo de Pep Guardiola. Dicha presión le debe servir como ejemplo al Real Madrid, de cara al partido de vuelta de los Octavos de final de la UEFA Champions League que se disputará en los primeros días de agosto.
LEA TAMBIÉN: Las variantes que utiliza Guardiola pensando en el Real Madrid
Explicaremos la presión en tres claves puntuales: El rol de Alexandre Lacazette (trabajo que podría hacer Karin Benzema), la posición de los extremos (rol que pueden cumplir los extremos que elija Zinedine Zidane) y la marca de los interiores (lo que podrían potenciar Federico Valverde, Luka Modric o Toni Kroos, aunque Carlos Henrique Casemiro quedaría mejor en dicha función). Comenzamos de adelante para atrás:
-El rol de Alexandre Lacazette: El delantero francés, pese a ser la referencia ofensiva, tuvo la responsabilidad de hacerle sombra a Ilkay Gündogan (MCD en el 4-3-3 de Guardiola en ese partido) y minimizar su influencia en la salida de la pelota. A partir de ahí, el Manchester City tuvo que apostar por vías laterales o que sus centrales tomaran más riesgos a la hora de dar el primer pase. Un ajuste inteligente de parte de Arteta, que le daría sentido al rol de los jugadores por detrás de Lacazette. Dicho rol lo puede cumplir Benzema, teniendo en cuenta que se mueve bien en zonas inferiores.
-La posición de los extremos: Con el delantero cerca del MCD, los extremos tuvieron la función de trabajar con los centrales y, al mismo tiempo, no perder de vista a los laterales. Tanto Pierre Emerick Aubameyang como Nicolás Pépé tenían el rol de posicionarse en el intervalo que se generaba entre los centrales y los laterales del Manchester City. La intención era clara, que la pelota llegara a los costados y ahí limitar a los laterales, quienes no destacan por sus cualidades asociativas. Pero, si el central no tenía espacio para lateralizar (por el buen ascenso de los carrileros), los extremos saltaban a presionar al lateral, forzándolo a tocar con el portero o lanzar. Una recuperación más.
-La función de los interiores: Por otro lado, Dani Ceballos y Granit Xhaka tenían los roles más importantes para poder respaldar el trabajo de los tres atacantes. Su función era trabajar encima tanto de Kevin de Bruyne como de David Silva, que ellos no fuesen capaces de recibir entre líneas y girar para verticalizar. Ese trabajo, que fungía como una presión adelantada, sirvió para que los dos interiores rivales buscaran recibir más abajo y facilitó el proceso de recuperación de la pelota del Arsenal.
Pese a que la intención es diferente, y el Real Madrid necesitará llevar el protagonismo del partido debido a que está en desventaja, la presión que ejerció el Arsenal puede ser un punto de partida del planteamiento de Zinedine Zidane en el partido más importante de la temporada para el campeón de La Liga.