La Liga
El Olympique de Marsella se ha convertido en uno de los grandes agitadores de este cierre de mercado de verano y su nombre vuelve a cruzarse con el del FC Barcelona. En las últimas semanas se habla de la salida de Marc Casadó, pero esta vez vendría renlacionada con un viejo objetivo: Adrien Rabiot
Según se cuenta en MundoDeportivo, la dirección deportiva encabezada por Pablo Longoria y Medhi Benatia estaría valorando una fórmula inédita: un intercambio entre Adrien Rabiot y Marc Casadó, una operación que podría aliviar la situación financiera de los culés y, al mismo tiempo, reforzar el centro del campo del conjunto galo.
La idea surge tras el conflicto interno protagonizado por Rabiot en el vestuario del Marsella, donde una fuerte discusión con Jonathan Rowe habría terminado por dinamitar su continuidad. El internacional francés de 30 años, que apenas cumplió una temporada en el club, ya tiene el cartel de transferible. Roberto De Zerbi, técnico del equipo, ha dado luz verde para que se busque un sustituto de garantías y uno de los nombres que más gusta en el Velódromo es el del joven Marc Casadó, actual mediocentro del Barcelona.
El Barcelona prefiere vender a Marc Casadó por dinero
Casadó, de apenas 21 años, ha demostrado en la primera plantilla azulgrana que puede rendir con personalidad en escenarios de máxima exigencia. Fue titular indiscutible en tramos importantes del pasado curso, aunque perdió protagonismo tras la recuperación de Frenkie de Jong. El Barcelona es consciente de que cuenta con un futbolista de proyección y recorrido, pero también con un activo de mercado que podría servir para mejorar su delicado fair play financiero.
En Francia aseguran que el Marsella estaría dispuesto a plantear un intercambio de jugadores: Rabiot vestiría de blaugrana y Casadó aterrizaría en la Ligue 1. Una propuesta que, a priori, permitiría al Barça reforzarse con un mediocampista de experiencia internacional sin realizar un gran desembolso, aunque a costa de desprenderse de una de sus perlas de La Masia.
El valor de mercado de Casadó ronda los 30 millones de euros, mientras que el de Rabiot se sitúa en cifras similares, aunque condicionadas por su situación contractual y por los problemas internos en Marsella. De concretarse el trueque, los dos clubes podrían cerrar la operación sin necesidad de grandes movimientos económicos, limitándose a equilibrar las cuentas mediante ajustes menores.
Para el Barcelona, se trataría de una oportunidad de resolver parte de sus limitaciones de plantilla con un futbolista curtido en la Champions League, con pasado en el PSG y la Juventus. Para el Marsella, en cambio, significaría apostar por un proyecto joven, con potencial de crecimiento y margen de revalorización.
El caso Casadó no solo concierne al Marsella. En las últimas semanas, varios equipos han sondeado su situación. En la Premier League, clubes como el West Ham o el Wolverhampton han tomado nota de sus condiciones. En España, el Atlético de Madrid y el Real Betis lo ven como una pieza idónea para reforzar sus centros del campo. En el caso bético, se trataría del sustituto ideal para Johnny Cardoso, recientemente transferido.

No obstante, el Barça ha sido claro: no escuchará ofertas inferiores a los 30 millones. Por tanto, la opción del trueque con Rabiot podría ser la vía más sencilla de encajar intereses sin que el club culé pierda valor en la negociación.
El gran obstáculo de la operación está en el propio Casadó. El canterano siempre ha manifestado que su sueño es consolidarse en el primer equipo del Barcelona. Una salida al extranjero, aunque sea a un club de prestigio como el Marsella, significaría renunciar (al menos de momento) a ese objetivo. Además, el joven centrocampista es consciente de que Hansi Flick podría darle más minutos a medio plazo dado que siemprel e ha transmitido su confianza.
En el otro lado de la balanza, Rabiot tampoco atraviesa su mejor momento. Con 30 años, su perfil de jugador irregular y sus frecuentes choques internos han marcado su trayectoria. Sin embargo, su experiencia y calidad contrastada le convierten en una pieza atractiva para un Barcelona que necesita reforzar posiciones con futbolistas consolidados sin tener que afrontar grandes desembolsos.
El posible trueque Rabiot-Casadó es, a día de hoy, una de las opciones más comentadas en Francia y España. La operación beneficiaría a dos clubes con necesidades distintas: el Marsella busca rejuvenecer su plantilla tras la salida de un referente conflictivo, mientras que el Barcelona encontraría en el francés un mediocentro experimentado para competir al máximo nivel.
La última palabra la tendrá Marc Casadó, cuya decisión será clave para saber si se convierte en el protagonista de uno de los movimientos más sorprendentes de este cierre de mercado.
