En Valencia se sigue esperando a Guedes

El portugués no es ni la sombra del que llegó cedido por el PSG.

Javier Gutiérrez | 4 Nov 2019 | 18.39
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Fichajes, encuentra aquí todos los fichajes de fútbol, altas, bajas y rumores
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Gonçalo Guedes enamoró a todos los valencianistas en sus primeros meses como jugador del club de Mestalla. Sus cabalgadas por la banda, su explosividad y, sobretodo, sus goles partiendo desde el extremo zurdo hicieron que se situara al portugués como uno de los ídolos del Valencia de Marcelino.

Al acabar su primera temporada en la capital del Turia, el club che se lanzó en plancha a por su fichaje, hipotecando su futuro con él a la necesidad de volver a clasificarse para la Champions, confiando en que su rendimiento volvería a ser el de la temporada anterior y que Guedes sería determinante en el juego del Valencia.

El inicio de la temporada fue un tanto irregular, pero se atribuía a que no había hecho la pretemporada en condiciones por las dudas sobre su salida y una pequeña lesión que le provocó no estar a su mejor nivel hasta bien entrada la temporada.

Se fueron sumando partidos malos, actuaciones pobres y las dudas sobre si se había acertado con el fichaje comenzaron a acrecentarse. Finalmente, el Valencia terminó haciendo una segunda vuelta impecable, ganó la Copa y se volvió a clasificar para la Champions y claro, en esto del fútbol ya se sabe, mientras se gana, no se ven las cosas malas.

El problema es que en la presente temporada Guedes sigue sin volver a parecerse al que enamoró a Mestalla y costó cuarenta millones de euros que, en su día, no se tenían. Problemas personales o profesionales aparte, el portugués sigue sin aparecer. Primero un mal momento de forma y después una lesión le han impedido volver a ser importante en los esquemas del Valencia, e incluso se podría decir que Cheryshev le ha comido la tostada.

Gonçalo Guedes tiene los mimbres para convertirse en un jugador que marque una época en Mestalla, pero tiene que dejarse los problemas fuera del terreno de juego, quitarse la mochila de los 40 millones y jugar como cuando no tenía esa presión encima. Sólo entonces volverá a ser el jugador que enamoró a Mestalla.