Luis Enrique decidió que Claudio Bravo fuera el portero del Mundial de Clubes y eso no sentó nada bien a Ter Stegen, que tenía cara de pocos amigos en el banquillo del FC Barcelona. El técnico asturiano ha dejado patente que confía plenamente en el guardameta chileno y parece que esta situación no agrada a Ter Stegen quien estaría valorando su salida del conjunto azulgrana a modo de cesión.
El alemán incluso dejó un feo detalle. Con 0-3 en el marcador, el River estuvo a punto de marcar en dos ocasiones pero Bravo realizó dos intervenciones fantásticas que provocaron que todo el banquillo del Barça se levantara para aplaudir la acción del chileno. Todos menos uno. Ter Stegen se quedó inmóvil sin celebrar las paradas de Bravo.
Tampoco se movió ni un pelo el alemán cuando Luis Suárez marcó sus dos goles. Ter Stegen no estaba para fiestas y demostró el tremendo enfado que le provocó la suplencia.