En un arranque de temporada que ha dejado mucho que desear, la afición del Sevilla FC se encuentra en un estado de agitación y frustración palpable. Con tres derrotas consecutivas y sin un solo punto en la tabla, el equipo andaluz ocupa la indeseable posición de farolillo rojo en la Liga española. Este oscuro panorama ha provocado una oleada de descontento en los seguidores hispalenses, que están buscando respuestas y, sobre todo, culpables.
Entre los señalados, se encuentra el presidente del club, José Castro, cuyo liderazgo ha sido objeto de controversia en las últimas temporadas. Las polémicas acumuladas, que incluyen decisiones cuestionables en fichajes, despidos de entrenadores y disputas con jugadores clave, han minado la confianza de la afición en la gestión de Castro. Muchos consideran que estas decisiones han contribuido al pobre rendimiento del equipo en el inicio de la liga.
La paciencia de la afición, una de las más apasionadas y leales de España, parece haber llegado a su límite. Las gradas del Ramón Sánchez-Pizjuán, que solían ser un hervidero de entusiasmo y apoyo incondicional, ahora resuenan con cánticos de protesta y pancartas exigiendo la salida de José Castro. El mensaje es claro: la afición ya no está dispuesta a tolerar más fracasos y decisiones controvertidas.
Quieren un cambio en la directiva
Este descontento ha alcanzado su punto máximo en este inicio liguero desastroso. Las redes sociales se han convertido en un escenario donde los seguidores expresan su frustración y decepción, haciendo hincapié en la necesidad de un cambio en la cúpula directiva. Las demandas de responsabilidad y transparencia se han vuelto ensordecedoras, y la figura de José Castro se ha convertido en el epicentro de estas demandas.