
Ronaldinho acordó verbalmente con el Flamengo su futuro fichaje. Ahora el club de Rio de Janeiro debe convencer a Silvio Berlusconi, un amante del astro brasileño.
La cena no está servida, aunque no hay duda que la están preparando hace rato. Todo un pueblo se prepara para la vuelta de Ronaldinho, un fenómeno que, pese a estar en un momento oscuro de su carrera, no deja de entusiasmar a los aficionados. Según trascendió en un medio brasileño, el criado en Gremio llegó a un acuerdo con el Flamengo, que estaría dispuesto a recibirlo cuanto antes. Sin embargo, el día de la vuelta se hace impredecible.
El presidente de Italia y del Milan, Silvio Berlusconi, es quien tiene la última palabra -al menos políticamente- en todas las decisiones que competen al club lombardo. Y si de Ronaldinho se trata, "Il Cavalieri" se concentrará más que nunca en todos los movimientos de su jugador preferido. El Flamengo ya lo debe estar llamando.