La reivindicación de Sanabria en el Real Betis

El delantero paraguayo era una de las incógnitas del curso verdiblanco, pero presentó todas sus credenciales con el partidazo ante el Real Madrid

Javier Macías Jiménez | 28 Sep 2020 | 21.29
facebook twitter whatsapp Comentarios
La reivindicación de Sanabria en el Real Betis "Foto: Estadio Deportivo"
La reivindicación de Sanabria en el Real Betis "Foto: Estadio Deportivo"

Lo sufrido por el Real Betis Balompié durante la noche del sábado tiene pocas palabras que puedan explicarlo desde el punto de vista de la lógica y la justicia. Un robo a mano armada que acabó con la superioridad general de los verdiblancos tras los numerosos errores arbitrales en varias jugadas que acabaron en goles en contra, penaltis a favor no pitados y tarjetas rojas discutibles.

Sin embargo, todo ello no evita que el conjunto sevillano siga siendo uno de los co-líderes de LaLiga Santander y uno de los mejores equipos por juego, sensaciones y resultados de lo que va de campeonato. Y eso es gracias al gran rendimiento de hombres como Tonny Sanabria.

El delantero paraguayo propiedad del Real Betis Balompié no llegaba este verano a Sevilla con la mejor de las credenciales. Tras anotar unos escasos pero importantes 6 tantos en la Serie A con el Genoa que coqueteó durante todo el curso con el descalabro a la segunda competición del Calcio, sus números no eran garantía de nada, más aún en un jugador que ya había salido del Benito Villamarín por una serie de problemas físicos y una apatía en el juego que no acababa de convencer a los técnicos.

Nada más lejos de la realidad: Tonny Sanabria es el mejor delantero actual, con abismal diferencia, del Real Betis de Manuel Pellegrini. Con un Loren que todavía no ha cogido la forma tras lo sufrido por su enfermedad y un Borja Iglesias que empeora en nivel y confianza a cada jornada que pasa, la titularidad del paraguayo debería estar garantizado para las próximas jornadas sin ningún tipo de duda o discusión.

Contra el Real Madrid su partido fue sublime. Ganó muchos balones a defensores impepinables en el juego aéreo como Sergio Ramos o Raphael Varane, metió miedo en el centro de la zaga, fijó a los dos hombres y liberó a los futbolistas de tres cuartos de cancha para que el equipo generase más ocasiones. No sería de extrañar si le volvemos a ver en Getafe, dentro de dos días, y para los intereses verdiblancos no habría mejor noticia.