
La Liga
El Real Madrid ha definido su estrategia para el próximo mercado veraniego con un objetivo económico claro: ingresar 200 millones de euros mediante la salida de tres futbolistas que han perdido peso en el proyecto. Andriy Lunin, Brahim Díaz y Rodrygo Goes figuran en la lista de transferibles, y desde la directiva blanca consideran que sus ventas podrían facilitar una renovación profunda de la plantilla.
Rodrygo es la pieza más valiosa de este tridente. Aunque llegó como una joven promesa destinada a liderar el ataque merengue, su evolución ha quedado por debajo de lo esperado, especialmente tras la irrupción de figuras como Jude Bellingham y el fichaje de Mbappé. Su marcha, valorada en 100 millones, no solo permitiría liberar espacio en la delantera, sino también financiar nuevas incorporaciones. El Manchester City sigue de cerca su situación y podría dar el paso definitivo.
Brahim y Lunin, en la rampa de salida
En el caso de Brahim, su protagonismo ha ido menguando con el paso de las jornadas. Su rendimiento ha generado dudas y, pese a su deseo de continuar, la dirección deportiva ya valora una posible venta por unos 60 millones de euros. El creciente protagonismo de Arda Güler ha empujado al marroquí a un rol secundario, lo que podría precipitar su salida.
Por último, Lunin, que renovó recientemente hasta 2029, también estaría en la rampa de salida. Aunque tuvo actuaciones destacadas en la Champions, su condición de suplente de Courtois y las ofertas de clubes como el Galatasaray le acercan a una venta estimada en 40 millones. Su deseo de ser titular pesa más que su continuidad en la élite del banquillo blanco.
El Madrid, con estos movimientos, busca remodelar su plantilla sin comprometer su equilibrio financiero.