
El Real Madrid siempre suele copar las portadas de los distintos rotativos nacionales, siendo el caso por sus resultados o por su juego. Sin embargo, últimamente las noticias han ido más allá y se ha estado hablando mucho de los recientes problemas de Vinicius tanto con los rivales como con los aficionados de dichos clubes, algo que ha suscitado un enorme debate.
Muchos acusan a ciertos sectores de ‘racismo’, y si bien es cierto que ha habido todo tipo de insultos y vejaciones hacia el jugador brasileño, no creo que la causología de los mismos, en su mayoría, haya tenido que ver con dicha índole (aunque ello no justifica determinados improperios innecesarios). La última ha sido la de colgar un muñeco del atacante del Madrid en un puente, algo que resulta muy desagradable.
-Vinicius SÍ tiene culpa
Sin embargo, aunque este tipo de actuaciones no tienen ningún tipo de justificación, lo cierto es que no se puede decir que el jugador del Real Madrid no haya provocado esta situación. Sus continuos desprecios en los distintos estadios que ha pisado esta temporada con respecto aficionados, rivales o incluso el colectivo arbitral, no pueden caer en saco roto, pues sería totalmente injusto.
Se suele decir que ‘cuando siembras vientos, recoges tempestades’ y eso es lo que ha pasado aquí. Insisto, ciertos comportamientos no quedan justificados por ello, pero el jugador blanco no ha cesado en su empeño por buscarse enemigos. Nadie critica esto, pues cada profesional tiene sus formas, pero luego no vale quejarse de que todo el mundo es malo contigo, porque la realidad es muy distinta. Vinicius se ha buscado esta situación, y extraña que nadie del club le haya dado un toque de atención.
Pablo Maffeo lo definió bien cuando fue cuestionado sobre esto, y es que cuando estás provocando constantemente, es normal que, como seres humanos, alguien salte a la desesperada. A mi parecer, no existe opinión ni debate plausible ante estos comportamientos inmaduros e infantiles por parte de un profesional, pues la objetividad y el raciocinio sólo tienen un camino. Otra cosa es que podamos señalar que algunos aficionados aprovechen para sacar su lado más bajo, pero ello no justifica a Vinicius, que aviva la llama constantemente y se regodea en ella al sentirse intocable.