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José Bordalás aún no ha sido anunciado oficialmente como nuevo entrenador del Sevilla FC, pero ya piensa en reforzar al equipo con un viejo conocido: Mauro Arambarri. El técnico alicantino, que lidera la lista de candidatos para dirigir el banquillo nervionense la próxima temporada, tiene claro que el mediocentro uruguayo sería el primer jugador que pediría si se concreta su llegada. El objetivo es claro: construir un equipo competitivo desde la solidez y el esfuerzo, dos conceptos que definen al centrocampista del Getafe.
La sintonía entre Bordalás y Arambarri va más allá de lo futbolístico. Han compartido múltiples batallas en el conjunto azulón, donde el uruguayo se convirtió en uno de los hombres más fiables del técnico. Su lectura del juego, capacidad para recuperar balones y equilibrio en el doble pivote lo convierten en un perfil que encaja perfectamente con la idea de juego que Bordalás pretende implantar en el Ramón Sánchez Pizjuán.
Bordalás quiere a Arambarri en el Sevilla
El Sevilla, tras una temporada decepcionante, se encuentra en plena reconstrucción. Víctor Orta trabaja en la planificación de una plantilla más sólida y pragmática, y el nombre de Arambarri aparece con fuerza como opción realista y asequible. Con contrato hasta 2026 y sin una cláusula prohibitiva, el club hispalense podría cerrar su fichaje por una cantidad cercana a los siete millones de euros.
En el entorno del jugador verían con buenos ojos un salto a un proyecto con aspiraciones europeas. Para Arambarri, este cambio representaría una nueva etapa con mayores desafíos, mientras que para Bordalás significaría contar con un hombre de plena confianza para encabezar la nueva era del Sevilla. La alianza entre ambos podría ser el primer paso hacia un equipo más rocoso y competitivo en la 2025-2026.