El mercado invernal ha dejado en evidencia el increíble gasto de las Premier League en materia de fichajes. Los ingleses se han vuelto absolutamente locos con los traspasos en enero y han gastado enormes cantidades de dinero, mucho mayores que en el resto de las grandes ligas. Solamente el Chelsea ha gastado más dinero que toda LaLiga al completo durante el mes de enero, alcanzando los 329 millones de euros en gastos.
Pero no sólo ha sido en el mercado invernal, y es que si juntamos el período de traspasos del pasado verano, la cifra, sólo del Chelsea, asciende a más de 600 millones, superando aún al gasto completo de LaLiga e igualando números de otras competiciones como la Ligue 1. En Inglaterra, los clubes de la Premier League han desembolsado en torno a los 1.000 millones de euros en fichajes, sorprendiendo casos como los del Brentford, un equipo de la parte baja de la tabla, que han gastado alrededor de 50 millones esta temporada.
-La Premier infla los precios de mercado
La Premier League no tiene parangón en cuanto a derroche de dinero, y es que se han pagado cifras estratosféricas por futbolistas que apenas han despuntado en sus respectivos clubes. Véase el caso de Mudryk, uno de los recientes fichajes del Chelsea, o el del brasileño Anthony, por el que el Manchester United pagó 100 millones de euros. Pero, además, a esto, hay que sumarles los increíbles sueldos que se manejan en la competición británica.
La Premier, además, curiosamente, es reacia a desembolsar dinero cuando se trata de fichajes en España. Uno de los casos más claros fue el de Jules Koundé, por el que no quisieron pagar los 60 millones que reclamaba el Sevilla. Sin embargo, sí pusieron 80 millones sobre la mesa del Leicester en el caso de Wesley Fofana. Pareciera que los ingleses quisieran liderar el mercado futbolístico a base de talonario y dejar fuera a la competición que les presenta competencia.
Lo que está claro es que existe una gran crisis en el mercado deportivo del deporte rey a causa de esta inflación provocada por clubes con cheques en blanco y que está degenerando en un modelo insostenible en el que mantener una plantilla y, en definitiva, un club, es cada vez más complicado. Las economías en España están cada vez peor y otros países como Italia o Francia también comienzan a notarlo.