El jugador argentino gusta desde hace mucho tiempo a Simeone y este verano podría ser el momento ideal para buscar su fichaje.
La Liga
Paulo Dybala volverá a ser un verano más uno de los protagonistas del mercado de fichajes, toda vez que el jugador argentino mantiene una cláusula de rescisión de tan sólo 12 millones de euros, lo que ha provocado el interés de multitud de grandes europeos, entre los que se encontraría el Atlético de Madrid. Este monto relativamente bajo ha puesto a varios clubes en alerta, conscientes del talento y la capacidad de Dybala para cambiar el rumbo de un partido con su creatividad y habilidad en el ataque.
El club rojiblanco ya estuvo en su momento interesado en hacerse con los servicios del atacante argentino cuando acabó contrato con la Juventus de Turín. En ese entonces, la competencia por fichar a Dybala fue intensa, y la aparición de José Mourinho en el banquillo giallorosso fue suficiente para convencer a Dybala para seguir en la Serie A. El proyecto de Mourinho en la Roma y la oportunidad de ser una figura central en su esquema táctico jugaron un papel crucial en la decisión del argentino. Sin embargo, las circunstancias han cambiado. Ahora, la posible salida del técnico luso podría ser el catalizador para que Dybala reconsidere su futuro y busque nuevos horizontes, especialmente bajo la dirección de Diego Pablo Simeone, quien siempre ha sido un admirador del talento de su compatriota.
La última oportunidad de la Roma para retener a Dybala se presenta en un contexto donde el club italiano enfrenta una difícil decisión. A pesar de la cláusula de rescisión accesible, la Roma tiene una oportunidad única para anular la oferta oficial que llegue por Dybala. Esta opción, sin embargo, no viene sin costos adicionales, ya que para ejercer esta "anulación", se requiere el pago de una parte de los 12 millones al jugador en forma de un 'bonus de permanencia'. Este bono representa una especie de premio por la lealtad de Dybala al club, pero también es una carga financiera significativa para una Roma que debe equilibrar sus libros de cuentas con cuidado.
La situación de Dybala es, por tanto, una compleja encrucijada para todas las partes involucradas. Para la Roma, retener a su estrella significaría no solo conservar uno de sus mejores jugadores, sino también enviar un mensaje de estabilidad y ambición a sus seguidores y al resto del equipo. Para Dybala, la decisión de quedarse podría depender de la visión y los planes del club para el futuro próximo, especialmente sin Mourinho. Si la Roma puede demostrar que tienen un proyecto sólido y competitivo, podrían convencer al argentino de quedarse.