
Tras ver frustrado su fichaje estrella con la renovación de Nico Williams en el Athletic Club, el FC Barcelona ha reformulado por completo su hoja de ruta. El club azulgrana no ha tardado en definir un nuevo tridente de objetivos claros para este mercado: Denzel Dumfries, Luis Díaz y Marcus Rashford. Cada uno, en su rol, responde a necesidades puntuales dentro del esquema que Hansi Flick busca consolidar en su primera temporada al frente del equipo.
El nombre de Luis Díaz, extremo del Liverpool, vuelve a tomar protagonismo en la agenda culé. Aunque el club inglés ha mostrado una firme negativa a negociar, en Can Barça no bajan los brazos. Confían en que un nuevo intento pueda abrir una brecha, aprovechando la voluntad del colombiano de recalar en un equipo donde podría asumir un rol protagonista. Su explosividad y desborde son cualidades muy valoradas por Flick, que quiere sumar desequilibrio en los extremos.
El plan del FC Barcelona para lo que resta del mercado de verano
Por otro lado, Marcus Rashford emerge como una alternativa de peso. El delantero inglés no vive su mejor momento en el Manchester United, pero su talento sigue siendo indiscutible. En Barcelona consideran que un cambio de entorno podría revitalizar su carrera, y su fichaje aportaría experiencia y polivalencia al ataque. Las conversaciones ya se han iniciado y, aunque su salida de Old Trafford no será sencilla, el Barça ve margen para negociar, sobre todo si el jugador expresa su deseo de cambiar de aires.
Mientras tanto, el lateral derecho también ocupa un lugar prioritario. Denzel Dumfries se presenta como una oportunidad de mercado gracias a una cláusula de 25 millones de euros que se activa en julio. El neerlandés, habitual en el Inter y en la selección de Países Bajos, ofrece potencia, profundidad y llegada, justo lo que Flick espera de sus carrileros. La dirección deportiva sigue muy de cerca su situación, consciente de que ese precio tiene fecha de caducidad.
El Barça, con recursos limitados, está obligado a ser ágil y preciso. Este trío —Dumfries, Díaz y Rashford— representa un plan ambicioso, pero posible, para reilusionar a la afición y dar forma al proyecto Flick.