
El fútbol que pregonaba Johan Cruyff, tanto a nivel de jugador con Rinus Michels como maestra y como entrenador en los diferentes equipos que dirigió, se caracteriza por tener la pelota, presionar de manera constante, ser ofensivo, tratar bien la pelota y organizarse con ella dentro del terreno de juego con el objetivo desordenar al rival. Un estilo que, peor o mejor que otros, le ha funcionado al FC Barcelona para ganar títulos importantes y entra en la historia como uno de los mejores equipos del mundo, con Pep Guardiola como uno de los exponentes principales de esa idea en la actualidad. Una filosofía de juego con la que se reconoce al conjunto blaugrana a nivel histórico, pero que se ha ido perdiendo con el pasar de los años con entrenadores que no apostaban por los conceptos antes mencionados como, por ejemplo, Ronald Koeman.
El neerlandés es una leyenda del conjunto azulgrana y nadie se olvidará de todo lo que consiguió en el club, pero como entrenador ha dejado muchas dudas en todo momento con decisiones que se han alejado de la idea madre que ha llevado a la institución al éxito. Y, pese a que el mismo se autodenomina Cruyffista y Joan Laporta lo respalda, no es un entrenador que apueste por la filosofía del club, lo que trasciende al sistema de juego (4-3-3, 3-4-3, 4-4-2, 4-2-3-1…).
Un mensaje erróneo
Koeman no practica juego de posición porque, más allá de utilizar el 4-3-3 y de buscar siempre tener la pelota, su Barcelona no ejerce una presión al poseedor, no mueve la pelota con velocidad para generar espacios dentro del bloque rival y cede la iniciativa cuando el marcador está a su favor. Todo trasciende a jugar con tres centrales (Cruyff utilizó tres centrales y Guardiola defendió con línea de 4) o utilizar extremos, viene de la mano con la manera colectiva de comportarse dentro de la cancha y, después de ver todos los partidos con este cuerpo técnico, esta versión del conjunto azulgrana no ejecuta juego de posición.
El problema no es apostar por una idea diferente, como lo hizo Luis Enrique Martínez en su momento, el inconveniente es que Koeman se proclamaba Cruyffista cuando su equipo apuesta por otro estilo de juego totalmente diferente. Pese a formar parte del Dream Team y conoce bien a Johan, Ronald está muy lejos de ser un entrenador que apueste por la filosofía de juego que ayudó al club a ser uno de los mejores de la historia.