
La Liga
Jagoba Arrasate vive días de máxima tensión en el Mallorca, al borde del despido si no emerge una reacción inmediata. El arranque calamitoso —dos empates y cuatro derrotas— dejó al club con solo dos puntos de 18 posibles.
Jagoba Arrasate y el desastre inicial en Mallorca
Los números son demoledores: Mallorca está colista de LaLiga con un cochinero de sensaciones. No solo se ahora el resultado, sino la atmósfera derrotista que invade Son Moix.
La plantilla no responde, los ánimos están decayendo y el técnico es percibido ya como responsable absoluto. Jagoba Arrasate debe revertir esa imagen cuanto antes.
La bomba Dani Rodríguez y la fractura interna
La polémica con Dani Rodríguez revela que Arrasate puede haber perdido respaldo interno. El centrocampista lanzó críticas públicas al entrenador tras quedar relegado en el partido ante el Real Madrid.
El Mallorca le retiró la capitanía y lo suspendió de empleo y sueldo. Arrasate respondió señalando que «ha cruzado una línea roja» y que le resultaría difícil confiar en alguien con ese comportamiento.
Dani Rodríguez pidió disculpas, pero el daño ya estaba hecho. Mientras tanto, publicaciones institucionales y tensiones de vestuario crecen como un foco de crisis.
Un vestuario dividido y un liderazgo cuestionado
La figura de Dani Rodríguez era hasta ahora central y respetada. Su enfrentamiento público altera la jerarquía del vestuario. Arrasate ahora necesita reafirmar autoridad para no perder el control interno.
La gran final ante Alavés: último cartucho para Arrasate
Este próximo duelo frente al Alavés en casa funciona como una auténtica final. Si el Mallorca no suma de tres, el despido de Jagoba Arrasate dejará de ser un rumor para volverse inminente.
La directiva y los medios locales ya especulan con posibles sustitutos si no hay un giro. En el entorno del club se habla de “solución a la desesperada” si persiste esta crisis. El margen de error se reduce día a día.
Adicionalmente, la agenda interna parece agotada: aquí no vale excusa alguna. Jagoba Arrasate debe rescatar su crédito deportivo con un triunfo convincente y gestos de cohesión.
Este partido también será una prueba de cocción para jugadores que todavía confían en el proyecto. El técnico tiene que demostrar que conserva control, instinto para los ajustes y capacidad para recomponer confianza.
Las próximas horas serán determinantes. Si Arrasate no consigue resultados positivos pronto, el Mallorca actuará. La paciencia se agotó y su continuidad pende de una victoria que le devuelva legitimidad.
Jagoba Arrasate, en definitiva, afronta una prueba de fuego que marcará su futuro inmediato. Mallorca espera respuestas, Dani Rodríguez observa desde la sombra, y el banquillo balear parece ya un volcán a punto de estallar.