Premier League
Liverpool está a punto de cerrar uno de los movimientos más controvertidos de los últimos años en la Premier League: el fichaje de Jarrad Branthwaite procedente del Everton a cambio de 74 millones de euros.
Una operación de esta magnitud no solo tiene repercusiones deportivas, sino que también ha desatado un auténtico terremoto en el entorno del fútbol de Merseyside.
El traspaso ha sido calificado ya como un fichaje polémico por la rivalidad histórica entre los dos clubes de la ciudad. Mientras en Anfield celebran la llegada de un central de futuro, en Hill Dickinson Stadium la sensación es de traición y enfado. Los aficionados del Everton no entienden cómo una de sus joyas puede reforzar precisamente al rival con el que disputan el llamado “Derbi del Merseyside”.
Liverpool apuesta fuerte por la defensa
El interés del Liverpool en Jarrad Branthwaite venía de lejos, pero nunca se había concretado con una propuesta de semejante envergadura económica. Los Reds consideran que el central inglés, a sus 22 años, es una inversión estratégica para blindar la zaga en los próximos años. Su capacidad física, liderazgo en la defensa y madurez pese a su corta edad convencieron a la directiva de que valía la pena desembolsar los 74 millones de euros, según ha informado The Mirror.

En el plano deportivo, el movimiento encaja con la necesidad del equipo de fortalecer la retaguardia tras una temporada en la que los problemas defensivos fueron determinantes. Con este fichaje, el club pretende dar un salto de calidad inmediato y al mismo tiempo construir un proyecto sólido a largo plazo.
Everton entre la presión económica y la indignación
La reacción en el Everton ha sido muy distinta. Aunque desde la directiva insisten en que vender a Jarrad Branthwaite por esa cantidad era prácticamente inevitable, los hinchas consideran que el club ha cedido parte de su orgullo al eterno enemigo. Muchos seguidores expresaron en redes sociales su malestar por permitir que un jugador con contrato hasta 2030, y considerado emblema del futuro del equipo, vista ahora la camiseta roja del Liverpool.
La situación económica del Everton, sin embargo, explicaría la decisión. La entidad atraviesa una etapa complicada a nivel financiero y una operación de esta magnitud permite aliviar cuentas y garantizar cierta estabilidad a corto plazo. El dilema está en si el precio compensa el golpe moral que supone perder a una figura clave para reforzar al máximo rival.
Un fichaje polémico que marcará un antes y un después
El carácter de este traspaso lo convierte en mucho más que un simple movimiento de mercado. La rivalidad histórica entre Liverpool y Everton multiplica la trascendencia de lo que ya es considerado un fichaje polémico. No es común que jugadores importantes pasen de un club a otro dentro de la misma ciudad, y mucho menos por cifras tan elevadas.
Con los 74 millones de euros sobre la mesa, el Liverpool no solo consigue a un central de futuro, sino que también envía un mensaje de poder en la Premier League. Al mismo tiempo, deja al Everton en una posición delicada, obligado a recomponerse tras la pérdida de uno de sus referentes y con la presión añadida de una afición que siente que el club ha claudicado.
Los próximos días serán claves para oficializar el traspaso, pero todo apunta a que el anuncio es inminente. Con la llegada de Jarrad Branthwaite, el Liverpool habrá dado un golpe de efecto que trasciende lo deportivo y que quedará grabado como uno de los episodios más recordados de la rivalidad entre los dos gigantes de Merseyside.
