La convocatoria de N'Golo Kanté para la Eurocopa se reunió para muchos, pero el mediocampista de 33 años demostró que todavía es un pilar fundamental en el fútbol mundial. Didier Deschamps confió en él, y Kanté no decepcionó. Su actuación en el torneo recordó a sus mejores días en Leicester y Chelsea, donde se destacó como un incansable todoterreno, siempre presente en cada rincón del campo. Este resurgir no ha pasado desapercibido para los grandes clubes europeos, que han mostrado un interés renovado en el jugador francés.
Muchos grandes clubes se han fijado en él
Tres equipos de élite han expresado su deseo de traer a Kanté de regreso a Europa: el West Ham de Julen Lopetegui, el Barcelona bajo el mando de Hansi Flick, y el Atlético de Madrid, que busca reforzar su centro del campo. Sin embargo, desde Arabia Saudí, la respuesta ha sido clara: Kanté no está en venta. El Al Ittihad, que lo fichó libre tras su salida de Chelsea, lo considera una pieza clave en su ambición de dominar el fútbol saudí.
Kanté, junto a estrellas como Karim Benzema y Fabinho, es uno de los jugadores mejor pagados del equipo, con un salario que alcanza cifras astronómicas. Su influencia es tal que su club ha mostrado un firme rechazo a cualquier oferta del mediocampista. Con la llegada de Laurent Blanc como entrenador, Al Ittihad refuerza su apuesta por su "colonia francesa", decididos a mantener su hegemonía en la liga saudí. En este escenario, Kanté es sencillamente intocable.