¿Hay un ‘hype’ desmedido con el Villarreal?

El Villarreal es el equipo de moda, el que más se está moviendo en el mercado. Por cuatro duros se ha traído a un entrenador contrastado y a varios fichajes de primera línea. La gestión, como siempre, es intachable. Pero luego todo tiene que funcionar en el campo y a veces la sinfonía no es la esperada. Hoy nos ha dado por ponernos en lo peor y analizamos cuatro motivos por los que esta apuesta podría salir mal:

- Nadie se acuerda de los que se van: todo el mundo habla de los fichajes pero nadie recalca las bajas de Anguissa y Cazorla. Santi era casi literalmente medio equipo y pese a que Parejo es muy bueno, le costará un tiempo coger la jerarquía y liderazgo que se ganó Cazorla. Por contra, Anguissa es mejor que Coquelín, especialmente desde el punto de vista ofensivo a la hora de mezclar con Iborra. Pieza por pieza, el Villarreal sale perdiendo.

- Kubo, juventud e irregularidad: En Villarreal llevan dos temporadas esperando que Samu Chukwueze se haga con la titularidad. Es puro desequilibrio pero le falta todavía algo de consistencia. Con Kubo, existe el riesgo de que pase lo mismo, especialmente en una cesión de una temporada. En Mallorca, un equipo mucho más limitado técnicamente que el Villarreal, le costó coger ritmo y hacerse con el puesto más de una vuelta. Emery ha insistido en él, pero el japonés puede ser un revulsivo al estilo Chukwueze que un arma de inicio. Existe un riesgo real de que no tenga los minutos esperados.

- Emery, dos fracasos consecutivos: Se da por sentado que Unai Emery tocará las teclas correctas desde el inicio, pero eso está por ver. En España siempre ha demostrado ser un buen entrenador, pero sus experiencias europeas de gran nivel han dejado mucho que desear. Le va a perjudicar que el hype esté tan elevado de inicio y el quinto puesto del año pasado también es una comparativa peligrosa. Ojito si el inicio no es el esperado.

- Fragilidad defensiva: es cierto que Coquelín aporta en solidez defensiva, pero el Villarreal sigue siendo un equipo con mucho margen de mejora en defensa, que es justo donde menos se ha reforzado. Los laterales no mostraron seguridad en toda la temporada pasada y la línea de centrales depende exclusivamente de la pareja Pau-Albiol, sin fondo de armario fiable en caso de cualquier contratiempo. Incluso en la portería, Asenjo puede iniciar un cierto bajón de rendimiento en la recta final de su carrera.