
Premier League
Ronald Araujo ha dado un paso al frente para dejar claro que su meta sigue siendo triunfar en el FC Barcelona, incluso cuando las tentaciones llegaron con fuerza este verano.
En su contrato vigente con el club catalán hasta 2031, el defensor introdujo una cláusula especial que entre el 1 y el 15 de julio fijaba su rescisión en 60 millones de euros. Esa ventana temporal despertó el interés de varios equipos europeos, pero el mensaje del jugador fue firme: quiere permanecer en el Barça.
Ronald Araujo frente al interés de Liverpool, Tottenham y Chelsea
Según se cuenta desde Sport, durante esos días de cláusula “amigable”, clubes como Liverpool (ante la posible salida de Konaté), Tottenham y Chelsea se posicionaron para hacerse con su fichaje. Incluso la Juventus volvió a mover ficha.
Pero Araujo no dio su brazo a torcer. Sus allegados recibieron un mensaje inequívoco: “no quiero marcharme”. Quería asumir desafíos, ganar peso de nuevo en el club y levantar la espina de las últimas Champions.
Más allá del ruido mediático, el Barça parece respaldar esa decisión. Fuentes oficiales y analistas coinciden en que la entidad no contempla una salida del uruguayo salvo una oferta irrechazable.
¿Menos protagonismo? Una clave para Uruguay y su futuro
Su renuncia voluntaria al mercado no implica que su rol dentro del plantel esté garantizado. Con Flick al mando, Ronald Araujo ha visto cómo otras parejas de centrales se consolidaban, y su protagonismo se diluía temporalmente.
En ese escenario, Araujo no rehúye responsabilidad. Actúa como capitán incluso cuando no está convocado con la selección uruguaya: en el reciente parón internacional, no viajó a Malasia, pero se mantuvo al tanto y fue de los primeros en brindar apoyo público a Gavi ante un golpe sufrido.
Ese compromiso no es casualidad: sabe que esta temporada juega también su lugar de cara al Mundial con Uruguay y observa con atención cómo Flick lo incluye en rotaciones defensivas que apuntan al medio centro.
Auge y caída de una cláusula temporal
Esa cláusula de 60 millones solo se mantuvo por un período breve. A partir del 16 de julio, su cláusula volvió a dispararse a 1 000 millones de euros, algo habitual en contratos de jugadores claves. Esa medida blindó al club frente a posibles movimientos tardíos y reforzó la posición negociadora del Barcelona.
Con esa protección, los clubes como Chelsea o Tottenham aún pueden monitorear su situación, pero saben que enfrentarían una barrera contractual considerable.
En pleno punto de inflexión hacia la consolidación
La temporada 2025-26 se presenta como un cruce decisivo. Ronald Araujo ha dejado claro que su apuesta es blaugrana, aun cuando su rol no esté blindado.
Hoy compite por un puesto ante rivales internos con quienes convive, sin dramas públicos. Su enfoque está puesto en el campo. Y en cada entrenamiento, su mirada proyecta una meta: afirmar su liderazgo en Barcelona y abrirse espacio definitivo también en la celeste.
Al final, la pregunta no es si querrá marcharse, sino si logrará imponer su voz dentro de la plantilla. Y todo indica que Ronald Araujo lo va a intentar con todas sus fuerzas.