La temporada 2019/20 será clave para el FC Barcelona. El conjunto azulgrana necesita recuperarse de los batacazos de Champions League y volver a tener un papel dominador en Europa. Las derrotas en cuartos de final y semifinal ante Roma y Liverpool hicieron mucho daño al club, por lo que a partir del próximo septiembre contarán con una nueva oportunidad para hacer historia y tratar de conquistar la sexta Liga de Campeones.
El club se ha reforzado con creces. A 16 de julio, Griezmann y De Jong son jugadores del Barcelona. Dos fichajes llenos de calidad y que aumentarán el poder ofensivo del Barça en el terreno de juego. El holandés tiene fácil cabida en el once inicial. Actúa en la medular como mediocentro o como interior, por lo que los dos esquemas favoritos de Valverde favorecen el juego del ex jugador del Ajax de Amsterdam. Sin embargo, a la hora de dar cabida a Griezmann, el técnico extremeño se encuentra con problemas.
La polivalencia del francés hace las cosas más fáciles, pero aun así su encaje en el once inicial deja dudas. Valverde ha contado con tres formaciones diferentes desde que es entrenador del Barcelona. El 4-3-3 clásico del conjunto del Camp Nou ha imperado por encima del resto, pero los inicios de Ernesto en Can Barça estuvieron ligados a un 4-3-1-2. Una variante no muy ofensiva que colocaba a Paulinho como teórico mediapunta en fases ofensivas y que se convertía en un 4-4-2 lineal a la hora de defender.
Las tres posiblidades son buenas para dar cabida a Griezmann, aunque desmejoran ciertas partes también importantes. En el caso del rombo cerrado, Messi actuaría como enganche desde el carril central, algo que perjudica al argentino, pues desde la banda se desempeña mejor. Al menos a la hora de iniciar los ataques.
El 4-3-3 es la fórmula más favorable para los intereses de todos los futbolistas. Griezmann partiría desde la izquierda, en detrimento de Dembélé o Coutinho, si se queda. Messi sería el encargado de hacerlo desde la derecha y Luis Suárez quedaría como la gran referencia ofensiva. Un perfil que no se ha visto en el francés desde que jugaba en la Real Sociedad. Tendrá que jugar por dentro para dar cabida a Jordi Alba en los últimos metros, pero tendrá que adoptar un rol diferente al de temporadas pasadas.
No será el encargado de conducir y dirigir los ataques, pues esa es la labor de Messi. Tendrá que asociarse con el argentino y buscar desmarques y espacios que le permitan finalizar en los últimos metros del campo rival. Jugar en la izquierda le aparta de su zona de confort, el carril central, pero potencia su capacidad de desmarcarse.
Cabe la posibilidad de que sea el encargado de ocupar la posición de delantero centro. Sigue sin ser su posición natural, pero al menos podría jugar en el carril central, algo que le es más cómodo al francés. Independientemente de lo que decida Valverde, Griezmann está dispuesto a contribuir al equipo y pedir perdón a la afición desde el terreno de juego, como ya ha indicado en su presentación.