El curioso caso de Robert Gonçalves

Robert Gonçalves deja el FC Barcelona. El flamante futbolista brasileño, que aterrizó en la Ciudad Condal en enero para jugar en el filial culé, procedente del Fluminense, con un extraño acuerdo de cesión que incluía una opción de compra de 7 millones de euros, ha dejado de ser hoy futbolista de la entidad azulgrana.

Así lo ha comunicado el club en un escueto comunicado en el que también hace oficial la desvinculación de Salva Chamorro, Joel Huertas e Isaac Padilla. No obstante, es el caso del carioca el que llama más la atención ya que no sólo llegó como una futura estrella con ánimos de terminar jugando en el Camp Nou sino que se va sin haber disputado ni un solo minuto en partido oficial con la zamarra blaugrana.

El paso del carioca por Can Barça ha sido, cuanto menos, llamativo. Llegó con la etiqueta de crack, como un jugador que había disputado hasta ocho partidos con la sub-17 de Brasil, pero que venía de pasarse meses en el dique seco culpa de un accidente de coche y de una hepatitis. Robert, que aterrizó con sobrepeso y con muchas dudas sobre su capacidad de recuperar su anterior nivel, se ha pasado meses al margen del grupo, trabajando para alcanzar el estado de forma que se le exige a un jugador profesional.

Lo consiguiera o no, nadie jamás llegó a saberlo. Disputó un encuentro contra el Granollers en un amistoso de entrenamiento, a puerta cerrada, y gozó de no más de 20 minutos ante el Sabadell en la final de la Copa Catalunya, en la que apenas tocó el balón.