El Chelsea cierre filas: No venderán a ninguno de estos cracks

El conjunto blue no tiene intenciones de escuchar ofertas por sus mejores jugadores.

Javier Parra Peña | 2 May 2025 | 21.00
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El Chelsea cierre filas: No venderán a ninguno de estos cracks
El Chelsea cierre filas: No venderán a ninguno de estos cracks

El Chelsea ha tomado una decisión firme de cara al próximo mercado de fichajes: Enzo Fernández y Moisés Caicedo no están en venta. A pesar de que ambos centrocampistas han despertado el interés de grandes clubes europeos y del fútbol saudí, la directiva londinense ha dejado claro que no contempla su salida. La postura responde tanto a la visión de futuro del proyecto deportivo como al alto valor estratégico que ambos jugadores tienen en la plantilla.

Enzo Fernández, campeón del mundo con Argentina, llegó al Chelsea como una apuesta fuerte tras su consagración internacional, mientras que Moisés Caicedo aterrizó en Stamford Bridge como uno de los fichajes más codiciados del verano pasado. Juntos han formado una sociedad sólida en el mediocampo, que el club considera clave para su reconstrucción bajo el mando del nuevo cuerpo técnico.

El Chelsea no quiere vender a Enzo Fernández y Moisés Caicedo

Aunque el Real Madrid ve en Enzo un posible recambio para su envejecido centro del campo y varios clubes de la Saudi Pro League pretenden tentar a Caicedo con ofertas millonarias, los Blues no están dispuestos a entablar negociaciones. Ambos futbolistas representan no solo una inversión millonaria cercana a los 225 millones de libras, sino también una apuesta a largo plazo para recuperar protagonismo en la élite europea.

El Chelsea, que atraviesa una fase de transición, no quiere debilitar su núcleo. A diferencia de otros veranos marcados por salidas dolorosas, esta vez la directiva parece determinada a blindar a sus piezas más valiosas. Con Enzo y Caicedo como pilares inamovibles, el club quiere construir una base estable sobre la que relanzar su proyecto competitivo. Los pretendientes tendrán que buscar alternativas, porque en Londres, por ahora, no se abre ninguna puerta.