El FC Barcelona ha concretado el fichaje de Federico Chiesa, delantero italiano procedente de la Juventus de Turín, en una operación que refuerza significativamente la línea ofensiva del conjunto catalán. La transacción se habría cerrado por una cifra cercana a los 12 millones de euros, una cantidad relativamente baja considerando el potencial y la calidad del jugador. El acuerdo incluye un salario anual de 4 millones de euros para Chiesa, con la posibilidad de ganar 2 millones adicionales en variables, dependiendo de su rendimiento y objetivos alcanzados.
El arribo de Chiesa al Barcelona se espera entre miércoles y jueves de esta semana, ya que el club ha acelerado su inscripción para cumplir con los requisitos antes del cierre del mercado de fichajes. Este movimiento estratégico del Barcelona busca fortalecer un ataque que, aunque ha mostrado destellos de calidad en la temporada, necesitaba un impulso adicional. Chiesa, conocido por su velocidad, habilidad en el uno contra uno y capacidad para marcar goles desde distintas posiciones en el campo, se perfila como una pieza clave en los esquemas de Hansi Flick.
No tenía futuro en la Juve y el Barça se ha aprovechado de la situación
Para la Juventus, la salida de Chiesa representa una venta importante que contribuye a la reorganización de su plantilla y a aliviar la presión financiera del club. Aunque los aficionados bianconeri lamentarán la partida de uno de sus jugadores más talentosos, la operación parece beneficiosa para ambas partes.
Con la llegada de Federico Chiesa, el Barcelona no solo incorpora a un jugador con gran proyección, sino que también envía un mensaje claro a sus rivales: el equipo sigue enfocado en reforzarse y en mantener su competitividad tanto a nivel nacional como internacional.