La inminente marcha de Thomas Vermaelen rumbo a la AS Roma es otro caso que demuestra que el FC Barcelona no ha sabido sacar beneficio de las ventas en este mercado de fichajes.
La operación será una cesión, cifrada en dos millones de euros, con opción de compra de 10 millones de euros, mientras por su parte el club azulgrana pagó cerca de 19 millones de euros al Arsenal para conseguir el traspaso del defensa belga.
Otros casos flagrantes han sido las marchas de Dani Alves, Alex Song, Sandro Ramírez o Martín Montoya, todos ellos con la carta de libertad bajo el brazo, o la ventas de Marc Bartra (ocho millones), Alen Halilovic (cinco millones) o Adriano Correia (600.000 euros) que apenas llegan para poder financiar los otros fichajes del equipo.
El FC Barcelona deberá replantearse su política de ventas si quiere seguir reforzándose con los futbolistas de primer nivel que haya en el mercado, ya que a la larga no parece un modelo sostenible.