
El Bayern Múnich se ha trazado un objetivo ambicioso de cara al presente mercado de verano: concretar la salida de cinco jugadores antes de abordar un fichaje estelar que potencie su ofensiva. La estrategia, diseñada por Max Eberl, pasa por liberar masa salarial y obtener ingresos que le permitan afrontar una inversión de gran calibre en el ataque. En total, el club espera recaudar hasta 165 millones de euros con estas operaciones.
Los nombres sobre la mesa no son menores. Kingsley Coman y Kim Min Jae son los activos más cotizados. Ambos están en la órbita de equipos de Arabia Saudí, con el Al Nassr especialmente interesado, y podrían dejar la Bundesliga por cifras cercanas a los 35 millones de euros cada uno. Otro candidato a salir es João Palhinha, cuyo valor de mercado se sitúa también entre los 30 y 35 millones, con clubes de la Premier League y el Benfica pendientes de su futuro.
Las 5 ventas que quiere cerrar el Bayern Múnich
Además, se evalúa la cesión de Sacha Boey, quien podría volver al Galatasaray, y la venta del arquero Daniel Peretz, con el PSV como posible destino por una cifra cercana a los 8 millones. Estos movimientos acompañan otras ventas ya concretadas, como la de Mathys Tel al Tottenham y Frans Krätzig al Salzburgo.
Mientras tanto, el Bayern ya ha sumado refuerzos como Jonathan Tah y Tom Bischof, y trabaja en una incorporación ofensiva de alto nivel. En la agenda figuran nombres como Nico Williams, Rafael Leão y Bradley Barcola. La dirección deportiva quiere culminar un mercado que equilibre las cuentas sin perder ambición en la lucha por la Bundesliga y la Champions League.