El puesto de lateral derecho ha estado en el punto de mira de los dirigentes del FC Barcelona desde el verano de 2015. Fue entonces cuando el club azulgrana pagó 17 millones por Aleix Vidal, un extremo reconvertido a lateral cuya vocación ofensiva se adaptaba a las necesidades del equipo.
Esta previsión no se reflejó en el día a día. Luis Enrique relegó a Aleix y ni siquiera le incluyó en las convocatorias con cierta frecuencia. Esta temporada, bajo la dirección de Ernesto Valverde, su rol secundario se ha trasladado habitualmente al puesto de interior o extremo derecho.
Nélson Semedo fue el lateral elegido por el club el pasado verano. El Barça se comprometió a pagar 30,5 millones al Benfica por su traspaso, que pueden aumentar a 40 millones en función de variables. El jugador portugués rindió a un nivel alto en sus primeros meses como azulgrana, pero su pérdida de jerarquía en la plantilla ha sido notable desde diciembre.
A pesar de los 47 millones que el Barça ha invertido recientemente en el puesto de lateral derecho, Sergi Roberto, un centrocampista reconvertido, es la preferencia de Valverde en esta demarcación. Vidal y Semedo permanecen a la sombra del jugador de Reus, que supera las expectativas del club con estos fichajes.