La incertidumbre se cierne sobre el futuro banquillo del Sevilla FC para la próxima temporada, con una lista notable de nombres circulando entre la dirección deportiva del club. Desde Arrasate hasta Fonseca, varios entrenadores son evaluados positivamente, pero pocas certezas se vislumbran. Mientras tanto, surge la pregunta inevitable: ¿reside la solución dentro de la propia casa?
Inicialmente, Quique Sánchez Flores no convencía. El rendimiento del equipo dejaba mucho que desear, con planteamientos cuestionables y una utilización limitada de los nuevos fichajes. Sin embargo, el panorama ha cambiado. Aunque el equipo no brilla, su capacidad competitiva ha mejorado notablemente bajo la dirección de Quique. Su profundo conocimiento de la plantilla le otorga una ventaja crucial en la planificación para la temporada 2024-25, marcada por una amplia remodelación y la necesidad de reducir la masa salarial.
Habrá una gran limpieza en verano
El Sevilla se enfrenta a la tarea de desprenderse de una quincena de jugadores y reducir significativamente los costos salariales, optando por un enfoque de fichajes económicos y una mayor integración de jugadores de la cantera. Además, con Jesús Navas y Sergio Ramos como las únicas certezas contractuales, la inversión en fichajes se verá limitada.
El futuro de Quique en el Sevilla depende en gran medida de los resultados en las próximas semanas y de su capacidad para seguir evolucionando el equipo. La búsqueda de un estilo más joven, valiente y físico es prioritaria, y aunque se considerarán otras opciones, la continuidad de Quique parece la opción más viable en este momento.