Reine-Adelaide ha sido una de las mayores perlas de la cantera gunner extraída en la pasada década. En 2015, Wenger incorporó a las categorías inferiores de su equipo a un joven francés que prometía liderar una era en el medio del campo del Arsenal. Sin embargo, en 2018 y tras 8 apariciones con el primer equipo del norte de Londres, el Arsenal abordó su venta por una irrisoria cantidad (no llegaba a los 2 millones de libras) al Angers de la Ligue 1. Ahora, siendo importante en el Olympique de Lyon, Adelaide rememora su pasado el Inglaterra y las claves de su falta de éxito con la camiseta del Arsenal.
"Viví muchas circunstancias diferentes. Cuando tuve la oportunidad de tener minutos de juego, tuve buenos y malos momentos. Pienso que fue mi culpa, debo admitir que no siempre estuve bien. Realmente no aproveché la oportunidad. Las veces que salí fue en partidos de Copa, jugaba rodeado de futbolistas que tampoco tenían muchos minutos, no nos conocíamos entre nosotros... fue complicado".
Ahora, Reine-Adelaide sigue siendo una de las mayores promesas del viejo continente, adquiriendo importancia en un histórico como el OL y ganando experiencia y sabiduría en una de las mejores ligas del mundo. Su nombre, aparece en las oficinas de los clubes más grandes de Europa y su mala etapa en el Arsenal solo es vista como una necesaria fase de aprendizaje y de proyección de su actual exitosa carrera. Con 21 años, queda mucho por venir.