Los 'pavones' del Madrid quieren irse ante la falta de oportunida

La cantera del Real Madrid está desesperada. Mientras Florentino Pérez no se cansa de elogiar a los más jóvenes y remarca que son claves en su proyecto de ‘zidanes y pavones’, Carlos Queiroz no les da ni bola y los jugadores ya han dado órdenes a sus representantes para que les busquen una salida.

Muchos de ellos se sienten engañados ya que Jorge Valdano les había prometido que disfrutarían de oportunidades esta temporada. Los cuatro casos más sangrantes con los de Portillo, Rubén, Miñambres y Núñez, que tenían la esperanza de consagrarse en el primer equipo, pero a medida que pasan las jornadas han visto que su futuro en el club madridista no puede ser más oscuro.

Portillo se frotaba las manos tras la marcha de Morientes al Mónaco confiando en que disfrutaría de muchos minutos por ser el segundo ‘9’ de la plantilla. Sin embargo, Queiroz no ha rotado para nada al equipo y sólo ha dado entrada al canterano en los últimos compases de algunos partidos en sustitución del brasileño. Portillo está muy decepcionado y dispuesto a escuchar ofertas, aunque también es consciente de que el Madrid, de momento, no le dejará marchar. En enero tiene las puertas cerradas, pero en verano quiere forzar su marcha para demostrar a los dirigentes blancos que puede ser un goleador importante en cualquier otro equipo de la Liga española.

Si Portillo lo tiene mal, Rubén aún lo tiene peor. Queiroz le puso la cruz definitiva cuando le sustituyó en la primera parte del partido ante el Sevilla, señalándole como el gran culpable de la debacle en el Pizjuán. Aunque el portugués no tendría ningún problema en dejarle marchar, Rubén seguirá por expreso deseo de Jorge Valdano. El club quiere evitar que el técnico pueda quejarse por carecer de efectivos suficientes en la zaga y, además, temen que la imagen de la entidad se resienta por echar por la puerta falsa a una de sus promesas.

Miñambres y Núñez son otros de los futbolistas descontentos y que esperaban disfrutar de una mayor confianza por parte del técnico. El primero no pudo iniciar la temporada normalmente por culpa de una lesión y, una vez recuperado, ya ha notado que el portugués le dará muy pocas oportunidades. Su sustitución en el partido de Copa en Leganés en el descanso para dar entrada a Michel Salgado es la mejor prueba de que su papel en el equipo tendrá escasa relevancia.

Por su parte, Núñez desestimó ofertas en verano, como la del Atlético, tras recibir la garantía de Valdano de que sería un hombre importante en el primer equipo. Sin embargo, el centrocampista o ve los partidos desde el banquillo o es el descartado por Queiroz.