
El Atlético de Madrid ya trabaja en la planificación de su próxima temporada, y uno de los ejes clave será la limpieza de vestuario para generar ingresos que permitan reforzar la plantilla con garantías. Aunque el club no cuenta con activos tan atractivos en el mercado como en anteriores ventanas (caso Joao Félix), la dirección deportiva sí tiene claro que puede liberar una importante masa salarial con la salida de varios futbolistas que no entran en los planes de Diego Pablo Simeone.
En concreto, tal y como ha venido comentando el periodista Rubén Uria en sus redes sociales, se estima que los colchoneros podrían reducir hasta 55 millones de euros brutos en salarios si logran cerrar la marcha de ciertos jugadores. Entre los que finalizan contrato aparecen nombres como Axel Witsel o César Azpilicueta, cuyas fichas supondrían un ahorro de 16 millones. A ellos se podrían sumar jugadores con poco protagonismo como Reinildo, Rodrigo Riquelme, Ángel Correa o Samu Lino, con los que el club liberaría otros 14 millones en sueldos.
La prioridad es ahorrarse enormes nóminas
El caso más complejo es el de Saúl Ñíguez. El centrocampista, que no ha logrado recuperar su mejor nivel, cuenta con un salario muy elevado tras su renovación a largo plazo. El club estudia una nueva cesión, aunque el Sevilla ya ha sido descartado como destino.
Por otro lado, los préstamos de futbolistas como Juan Musso y Clément Lenglet también contribuirán a este saneamiento económico. Con este plan, el Atlético quiere tener margen de maniobra para acometer fichajes de peso sin depender de grandes ventas.