El Espanyol se ha chocado de frente esta temporada con la complicada realidad que significa afrontar tres competiciones, una de ellas a nivel europeo como es la Europa League, contando con una plantilla muy justa de efectivos, después de un mercado de fichajes más que decepcionante en el que el club blanquiazul, a pesar de haber recibido grandes ingresos, no ha realizado grandes fichajes.
El cuadro de Machín, recientemente llegado al banquillo para cubrir la vacante dejada por Rubi tras su despido, ocupa actualmente puestos de descenso a Segunda División, en una delicada situación que se espera revertir de forma inmediata, siendo el mercado invernal una vía de escape para que el Espanyol logre su propósito, que no es otro a día de hoy que lograr la permanencia, en una temporada que se supone que debería ser con la que lograr un salto de calidad que le permitiera estar de forma constante entre los primeros clasificados.
Y es que el Espanyol es junto a Celta y Leganés el equipo que menos gol tiene de LaLiga, siendo esta la peor temporada a nivel ofensiva del conjunto blanquiazul en los últimos 85 años, todo ello a pesar de las llegadas de jugadores como Jonathan Calleri o el "Monito" Vargas, que por el momento no están ofreciendo el rendimiento esperando, lo que debería llevar a la dirección deportiva a valorar seriamente el fichaje de un nuevo delantero con el que tratar de solventar su mayor problema.