Según informó este martes La Vanguardia, despedir a Xavi Hernández y a su equipo técnico, quienes tienen contrato hasta junio de 2025, costaría al FC Barcelona alrededor de 15 millones de euros. De este monto, la mitad correspondería al entrenador. Este alto costo ha llevado a la directiva y a la comisión deportiva a esperar que, dado que Xavi se ha declarado un "hombre de club", renuncie a su parte de la compensación. De ser así, el finiquito se reduciría a siete millones de euros.
La situación económica del FC Barcelona es una de las principales razones detrás de esta posible decisión. La Liga también considera los sueldos de los entrenadores dentro del límite salarial, lo que complica aún más las finanzas del club. En este contexto, la directiva debe evaluar cuidadosamente cualquier movimiento para evitar sanciones y asegurar que cumplen con las normativas económicas.
A pesar de los rumores, una dimisión de Xavi parece estar fuera de consideración. El propio Xavi ha declarado públicamente que no renunciará, indicando que quiere seguir al frente del equipo y cumplir con su contrato. Su permanencia, por tanto, dependerá de la decisión que tome la directiva, considerando tanto el aspecto deportivo como el financiero.
¿Y ahora qué pasará?
El Barça enfrenta un dilema: por un lado, deben considerar si Xavi es el técnico adecuado para llevar al equipo al éxito; por otro, deben manejar una situación financiera muy delicada. Los próximos días serán cruciales para el club, ya que tendrán que tomar decisiones que afectarán tanto su rendimiento en el campo como su estabilidad económica a largo plazo. La posible salida de Xavi y el costo asociado con su despido son solo una parte de los desafíos que enfrenta el FC Barcelona en esta etapa de reconstrucción y ajuste financiero.