En el pasado verano, el Valencia CF sorprendió a muchos al gastar cinco millones de euros en ejecutar la opción de compra de Cenk Ozkacar. Esta decisión va en contra de la política de "gasto mínimo" que Meriton había mantenido durante las temporadas anteriores. Sin embargo, hasta el momento, el joven defensor turco no ha logrado justificar su alto precio de adquisición.
El contexto en el que se encuentra el Valencia CF no ha sido el más favorable para que Ozkacar demuestre su valía. La mala planificación deportiva de administraciones pasadas ha dejado al equipo con una plantilla que no está a la altura de la competición en la Primera División. Esto ha obligado al entrenador Rubén Baraja a hacer malabares para armar un once titular, especialmente cuando hay problemas de lesiones, como ha ocurrido recientemente con las ausencias de Gayà y Jesús Vázquez.
El partido reciente contra el Betis evidenció las dificultades de Ozkacar en la posición de carril izquierdo. El equipo rival explotó esa debilidad de manera descarada, dirigiendo constantemente el juego hacia su banda. Manuel Pellegrini, entrenador del Betis, dio instrucciones precisas para buscar debilidades en la defensa valencianista, y Cenk Ozkacar se convirtió en un blanco fácil.
Durante la primera mitad del partido, el Betis encontró éxito a través de la banda izquierda, donde Ozkacar se encontró en aprietos contra jugadores como Diao y Bellerín. La falta de experiencia y adaptación del joven defensor se hizo evidente. Sin embargo, en la segunda mitad, mostró una leve mejoría y sufrió menos, pero el daño ya estaba hecho.
La afición no se explica su compra
La inversión de cinco millones de euros en Cenk Ozkacar sigue siendo una incógnita en la mente de muchos aficionados y expertos. El jugador necesita tiempo para adaptarse y desarrollarse, pero el Valencia CF no puede permitirse demasiadas concesiones en su lucha por mantenerse en la Primera División.