Este domingo amanecíamos con la portada del diario italiano 'Tuttosport' informando de que el FC Barcelona mantenía ya conversaciones con Leonardo Bonucci para reforzar su defensa. El jugador de la Juventus FC no las tiene del todo consigo sobre su futuro, de ahí que esté sonando para otros potentes clubs como el Manchester City, el Chelsea FC o el mismísimo Real Madrid.
El rendimiento de Bonucci en las filas juventinas le ha convertido indudablemente en uno de los mejores centrales del mundo. Pero pese a la mejora evidente que experimentaría el centro de la defensa del Barça con su llegada, esta supondría una potente inversión económica por parte de los culés, que ya están teniendo problemas a la hora de preparar ofertas convincentes por Verratti, Bellerín o Dembélé.
Precisamente, el club azulgrana debería ser consciente de que, puestos a gastar una millonada en un fichaje, hay demarcaciones que requieren de una atención muchísimo más urgente que la de central. El lateral derecho cojea enormemente desde la ausencia de Dani Alves, mientras el centro del campo necesita ya un fichaje de calidad para que vuelva a generar el fútbol que en su día generó.
A ello se le suma que el puesto de central titular está bien cubierto con Piqué y Umtiti, más un veterano Mascherano que aporta contundencia y un Marlon que será el cuarto central de futuro. Bonucci desplazaría al francés al banquillo cuando, paradójicamente, este fue el mejor fichaje de la pasada temporada. La senda de mejora del Barça pasa por otras parcelas del campo.