Ya no queda absolutamente nada del Gareth Bale que se pudo ver en las primersa temporadas en el Real Madrid, anoche pudimos volver a verlo sobre el terreno de juego en la reanudación de la Liga ante el Eibar pero sin duda es uno de las grandes decepciones ya que volvió a demostrar que su nivel es paupérrimo y ya no está para jugar en un club tan grande como el del Santiago Bernabéu. El futbolista galés está viviendo su peor temporada como jugador merengue y no parece nada cómodo cuando le dan oportunidades.
Anoche volvió la Liga para el Real Madrid, quien ganó al Eibar en una primera parte muy buena, pero la segunda mitad fue otro cantar por y uno de los que más ha quedado señalado es sin duda Gareth Bale, quien jugó 29 minutos y volvió a dejar patente que su nivel está muy por debajo de lo que se espera de un futbolista de su talla y que también es uno de los mejor pagados del equipo (casi 17 millones por año).
Según los datos recogidos por OPTA, en sus 29 minutos de partido dio 11 pases, de los cuales siete encontraron al compañero (el 63,6%), pero de esos 11 pases, sólo dos fueron en campo contrario. Perdió cinco balones por una única recuperación y le señalaron un fuera de juego. Hasta aquí la participación del galés ante el Eibar, de hecho pasó lo mismo que viene pasando con él durante toda la temporada, es prácticamente invisible, lo que denota su falta de ilusión por portar la camiseta merengue, ya sólo parece jugar por mero trámite.
Pero lo que más llama la atención, es que hoy no ha podido saltar al entrenamiento en la sesión de recuperación programada por Zinedine Zidane a causa de una sobre carga. Camino a los 31 años, no parece que Bale vaya a recuperar ya su nivel perdido las últimas tres temporadas por lo que el equipo merengue debería plantearse seriamente su continuidad el próximo mercado ya que todavía tiene contrato hasta el 2022 y, como decíamos, es uno de los futbolistas mejor pagados del club y basicamente le pagan por estar lesionado, ser suplente y jugar, en mi opinión, bastante mal.