Aitor Fernández sigue haciendo méritos para ir a la Eurocopa

Tras 14 jornadas, su rendimiento ya no es casualidad

César Ponce Becerril | 23 Nov 2019 | 12.12
facebook twitter whatsapp Comentarios
Fichajes, encuentra aquí todos los fichajes de fútbol, altas, bajas y rumores
Fichajes, encuentra aquí todos los fichajes de fútbol, altas, bajas y rumores

Ayer lo volvió a hacer. Aitor Fernández fue clave en la victoria del Levante, volviendo a demostrar que es uno de esos porteros que gana puntos. Es la auténtica revelación de la liga y para muchos el mejor guardameta en las 14 jornadas que llevamos disputadas. Una muestra amplia que convierten su rendimiento en tendencia y no sólo en un estado de forma pasajero.

En la semana de su renovación con los granotas, Aitor volvió a ser clave con tres intervenciones que desquiciaron al Mallorca. Primero evitó el gol de Budimir con una estirada repleta de reflejos e intuición y en los minutos finales despejó los disparos del conjunto isleño, que se lanzó en busca del empate. En la última acción del partido rozó con los guantes el trallazo de Abdon Prats que acabó estrellándose con el larguera, siendo de nuevo uno de los artífices de la victoria en un Levante que alcanza los 20 puntos.

Parece incuestionable que en este momento Aitor Fernández está entre los tres mejores porteros de España, pero eso puede no ser suficiente para estar en la Eurocopa o ganarse una internacionalidad. Su perfil bajo, unido a que juega en un modesto de la liga pueden ser factores que jueguen en su contra, por mucho que él se empeñe en desarmar con sus actuaciones cualquier argumento posible.

Un portero de reflejos, intuitivo y de gran colocación. Muy seguro de sí mismo, con personalidad y valentía a la hora de afrontar el juego aéreo pese a que la altura no es su mejor virtud. Ha sabido esperar su momento y aprovechar la situación, convirtiéndose en el cerrojo del Levante y en el talismán de muchos mánager fantasy que hicieron el mejor fichaje posible cuando apostaron por él. Soñar con la eurocopa no es una quimera.