Si algún jugador ha visto reducido su protagonismo en el Madrid de esta temporada ese es Vinicius Jr. El brasileño, que irrumpió con su fútbol alegre y se metió a la afición en el bolsillo, no consigue desequilibrar en lo que llevamos de competición y ayer se vio relegado a la suplencia.
Los motivos del bajón de rendimiento se pueden explicar más allá de su juventud y entendible irregularidad. Lo que no tiene tanta argumentación es su pérdida de magia, ya que cuando salió al campo apenas tuvo incidencia y es algo que también ocurrió en pretemporada.
El principal problema de Vinicius ha sido su falta de definición, pero ahora también empieza a presentar carencias donde el año pasado sólo se veían virtudes. De ser un jugador fresco e imaginativo ha pasado a parecer un futbolista apocado y sin confianza.
Uno de los motivos puede ser el cambio de técnico; Zidane le otorga menos libertad en el campo y le pide que se implique más defensivamente. Además el equipo juega menos para él. Sus cualidades no son del todo del gusto del preparador francés, que a la primera de cambio ha optado por relegarle a la suplencia a pesar de contar con las bajas de Hazard o Modric, optando por hombres como Bale, Isco y James que partían con menor peso específico que el brasileño dentro de la plantilla hace unas semanas.
Esta pérdida de jerarquía y confianza se ha percibido sobre el césped y podría agravarse si llega Neymar, un jugador de perfil similar que cerraría definitivamente a Vinicius la opción de tener minutos. El joven madridista no se encontró cómodo en la banda derecha, donde pierde posibilidades de encarar y ve mayores dificultades para encontrar a su principal socio, Benzemá, quien tiene tendencia a caer a banda izquierda.
El panorama no parece el ideal para un Vinicius que ha perdido magia. Bale y James han empezado bien la temporada, Hazard está al volver y Neymar podría llegar, dejándole como mero jugador de fondo de armario en el esquema de Zidane.