El pasado mercado de fichajes fue ciertamente peculiar para el Arsenal. El club inglés fichó a un elevado precio, pero también vendió por debajo del mismo a alguno de sus jugadores. Uno de los casos que más sorprendió fue la marcha de Kieran Gibbs al WBA. El jugador inglés venía de haber sido importante en las rotaciones de Wenger durante la pasada temporada, disputando 22 encuentros y dando seis asistencias de gol.
La razón de su marcha la explicó recientemente el propio técnico, asegurando que se negó a presentarle una oferta de renovación, procediendo así a su marcha del club. El jugador finalizaba contrato el 30 de junio de 2018, y era el momento de venderle para ganar así algo de dinero con su adiós. El jugador, en un principio, estaba predispuesto a negociar su renovación, pero finalmente no entró en los planes de Wenger y buscó una salida a otro club de la Premier League.