El Eibar sufrió un duro revés el pasado verano, después de que Yoel Rodríguez sufriera una grave lesión de rodilla poco después de que el conjunto vasco hiciera oficial su compra, lo que obligó a la dirección deportiva a rastrear nuevamente el mercado en busca de un guardameta de garantías.
El club decidió apostar entonces por Marko Dmitrovic, que la temporada pasada jugó en el Alcorcón, y que fue de los mejores jugadores del equipo madrileño, logrando dar el salto así a Primera División, pero haciéndolo con la presión añadida de ser un fichaje que no estaba en los planes del club hasta la lesión de Yoel.
Sin embargo, el guardameta serbio de 26 años se ha convertido, al igual que el resto de sus compañeros, en una de las revelaciones de la Liga, haciendo olvidar a un Yoel que tras su regreso no ha logrado arrebatarle la titularidad a un Dmitrovic que ante el Madrid tuvo una actuación soberbia a pesar de la derrota de los suyos por 1-2.