Pese al gran rendimiento que Álvaro Morata ha mostrado desde que aterrizara en el Chelsea este verano a cambio de 80 millones de euros, el Real Madrid da por buena la operación, hasta tal punto de no arrepentirse en la venta del jugador pese a la falta de gol que sufre el club blanco en este arranque de temporada.
Con Benzema en plantilla, los minutos de Morata no iban a corresponderse con los deseados por el propio jugador, que creyó que su gran temporada, mejorando las cifras del francés, y siendo una pieza clave en la consecución del título de Liga, serían suficiente para ganarse el puesto de titular esta campaña.
Sin embargo, la predilección de Zidane por Benzema, que tiene un mayor poder asociativo con hombres de ataque como Isco o Cristiano Ronaldo hacen del francés un jugador indiscutible siempre y cuando esté sano, algo que Morata no estaba dispuesto a permitir, de ahí que se fuera para triunfar como lo está haciendo hasta ahora junto a Antonio Conte.