Keylor le gana la partida a Courtois

OPINIÓN | El costarricense no consiguió ser el titular en la portería del Madrid y, de momento, no se arrepiente.

Javier Gutiérrez | 19 Sep 2019 | 13.07
facebook twitter whatsapp Comentarios
Fichajes, encuentra aquí todos los fichajes de fútbol, altas, bajas y rumores
Fichajes, encuentra aquí todos los fichajes de fútbol, altas, bajas y rumores

La afición del Madrid estalló anoche montando en cólera tras el partido que el conjunto blanco perdió en Parc des Princes por 3-0 ante el París Saint-Germain. Por caprichos del destino, la primera jornada de la UEFA Champions League quiso que se enfrentaran entre sí los dos porteros que hace tan sólo unas semanas estaban disputándose el puesto como titular en la portería del Santiago Bernabéu. El último día de mercado de traspasos, se llevó a cabo el trueque Keylor-Areola y el guardameta tico se marchó a la capital francesa.

En el duelo entre Madrid y PSG, Keylor se llevó la partida, pues el portero belga ha sido blanco de gran parte de las críticas del madridismo, que sigue prefiriendo al portero con el que los merengues levantaron tres Champions seguidas y que ahora se ha convertido en el portero rival. Aunque la verdad es que tampoco tuvo mucho trabajo el portero de Costa Rica, que no recibió ni un solo disparo entre los tres palos en todo el partido, por lo menos de forma válida, porque cabe recordar que el Madrid anotó dos goles, los dos anulados.

En mi opinión, el Madrid se equivocó al cambiar de portero cuando Keylor estaba dando un rendimiento casi inmejorable. Pero la necesidad de Florentino de tener un guardameta mediático, que aparte de ser bueno, tenga que parecerlo, ha llevado al club blanco a ver cómo el nivel del sustituto es mucho peor que el que tenía previamente. Courtois lo hizo de forma impecable en el Atlético de Madrid, fue un cerrojo en el Chelsea, ha tenido muy grandes actuaciones en el combinado nacional de Bélgica, pero su etapa en el Real Madrid, desde que llegó, está dejando muchísimo que desear. Parece que esté fuera de sitio. No impregna confianza ni en sus compañeros ni en sus aficionados y eso lo puede terminar pagando muy caro el club de la capital española.