Keita Baldé, el fichaje superfluo del Mónaco

Tras alcanzar las semifinales de la Liga de Campeones, la plantilla del AS Mónaco fue devorada por los gigantes económicos del fútbol europeo. Las bajas de Kylian Mbappé (PSG), Tiemoué Bakayoko (Chelsea), Bernardo Silva y Benjamin Mendy (Manchester City) han creado un gran vacío en el equipo monegasco que Radamel Falcao intenta paliar con su sobresaliente eficacia en el remate.

Keita Baldé fue uno de los fichajes con los que el Mónaco quiso reconstruir su equipo. El polémico extremo senegalés abandonó la Lazio previo pago de 30 millones de euros. En su posición predilecta, la de extremo izquierdo, el conjunto entrenado por Leonardo Jardim ya disponía de Thomas Lemar como gran referencia. Rachid Ghezzal y Rony Lopes cubrían las necesidades en la banda derecha del ataque, mientras Radamel Falcao, delantero centro indiscutible, quedaba complementado con Stevan Jovetic, Adama Diakhaby y Guido Carrillo.

El Mónaco se encontraba más necesitado en la defensa y el centro del campo, pero Keita Baldé llegó como un talento sin explotar en una zona suficientemente cubierta. Desde su incorporación a finales de agosto, todavía no ha sido titular. Keita suma 64 minutos de competición (32 en la Ligue 1 y otros tantos en la Liga de Campeones) como revulsivo de Jardim. Ni siquiera la alternancia de estas dos competiciones en el calendario le ha concedido la titularidad a lo largo de un mes.