Julian Draxler está erigiéndose como una de las grandes decepciones del presente Mundial. Sorprendente titular indiscutible a pesar de su intermitente participación con el París Saint-Germain, el extremo teutón no está demostrando el porque de la gran confianza de Joachim Löw en su figura. Su partido de hoy ante Suecia no ha hecho más que agravar las dudas.
Si su encuentro frente a México ya fue muy decepcionante, el disputado esta noche con el combinado sueco ha sido aún peor. Acelerado, errático y muy propenso a cometer faltas innecesarias, el joven futbolista del PSG ha completado una actuación para el olvido. Es por eso que, aunque suene oportunista, es imposible no preguntarse por qué demonios Leroy Sané no está en Rusia. Incomprensible, pero cierto. Cosas de Löw, supongo.