Gareth Bale ha conseguido consolidarse como uno de los mejores jugadores del Real Madrid en los últimos encuentros. Zinedine Zidane ha recuperado la mejor versión del jugador galés introduciéndolo poco a poco en el equipo, dándole minutos cuando lo ha creído oportuno, y el jugador no ha hecho más que demostrar su clase.
Primero, como suplente revolucionando los partidos. Posteriormente, demostrando en la Copa del Rey que estaba más que preparado para ser titular de manera continuada. Dicho y hecho, ya que ante el Celta sumó su segunda titularidad consecutiva, anotando dos goles claves para un Real Madrid que iba por detrás en el marcador.
El jugador está consiguiendo, poco a poco, silenciar a todas esas personas que ponían en duda su continuidad en el club blanco. Es cierto que las lesiones le han afectado animicamente, así como a la visión de la afición sobre su futuro. Muchos -y me incluyo- le veíamos con un pie fuera del Real Madrid en junio, pero a este nivel será tarea imposible plantear, si quiera, esta posibilidad.