La final en la cabeza de Florentino

El resultado en la final de la Liga de Campeones no debe influir en las decisiones del presidente del Real Madrid sobre el entrenador y los jugadores

Juanma Muñoz | 26 May 2016 | 12.45
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Real Madrid y Atlético de Madrid disputarán este sábado la final de la Liga de Campeones 2015-16. La lógica trascendencia de un partido de esta magnitud cobra mayor relevancia para el equipo blanco por su bagaje en las otras competiciones.

Tras ser subcampeón de Liga y quedar eliminado de la Copa del Rey por una alineación indebida en Cádiz, la situación del Real Madrid en Milán recuerda a la de un desesperado jugador de casino que apuesta sus ganancias de un año a rojo o negro. Aunque lógicamente, su posible éxito en la final respondería a sus méritos más que a su fortuna.

En sus últimos años como presidente del Real Madrid, Florentino Pérez ha sido un dirigente especialmente resultadista en la toma de decisiones. Con ocasión de esta final, Florentino corre el riesgo de caer en el mismo error. Ganar no supondría un presente idílico en el Real Madrid, y perder no supondría la necesidad de una revolución total.

La realidad del Real Madrid es la que el equipo ha ofrecido a lo largo de la temporada, con el evidente cambio en el estado anímico de los jugadores tras la llegada de Zinedine Zidane. El francés ha manejado el vestuario de forma excelente, ha tenido mano izquierda y ha sabido llegar a la mente de los jugadores. Y estas virtudes, en una plantilla con la calidad del Real Madrid, son vitales para que el talento aflore.

La continuidad de Zidane no debe depender de la final, ya que el francés ha hecho méritos para continuar al frente del banquillo la próxima temporada. Del mismo modo, el futuro de algunos jugadores, su traspaso o su renovación no debe depender de un gol o de una actuación notable en la final. El futuro en el club de futbolistas como Keylor Navas, James Rodríguez e Isco es incierto por diversos motivos, pero el duelo del sábado no debe influir en las decisiones del club sobre cualquiera de ellos.

La final tendrá una trascendencia histórica para el Real Madrid, pero Florentino Pérez necesita alejarse de las emociones que genera un partido así y no caer en la tentación del resultadismo. Sus decisiones deportivas, de acuerdo con Zidane, deben estar tomadas antes del partido. Será otra final en la cabeza de Florentino.