Everton Cebolinha sigue llamando la atención de los grandes

El brasileño sigue estando en la mira de los mejores equipos de Europa.

Javier Parra Peña | 7 Apr 2020 | 23.35
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Everton Cebolinha sigue llamando la atención de los grandes | FOTO: GREMIO
Everton Cebolinha sigue llamando la atención de los grandes | FOTO: GREMIO

Everton Cebolinha se ha convertido en los últimos años en uno de los mejores jugadores de Sudamérica, liderando al Gremio de Porto Alegre a las instancias definitivas en la Copa Conmebol Libertadores y siendo una pieza fundamental en la selección brasileña que quedo campeona en la última Copa América 2019 disputada en su país. Por esa razón ha llamado la atención de varios equipos importantes de Europa debido a su calidad individual, desequilibrio y velocidad en el último tramo de la cancha, siendo una pieza que puede sumar muchos registros ofensivos a propuestas reactivas.

Pese a que en el último tiempo el interés bajó de manera considerable, según informa Globo Esporte, el Everton y el Borussia Dortmund han vuelto a poner en la mira al extremo brasileño, de 24 años de edad, para el próximo mercado de fichajes, en lo que sería una de las contrataciones más importantes debido a la calidad del jugador y a lo que puede crecer a nivel individual en el balompié europeo.

En el Everton, de la mano de Carlo Ancelotti, estaría en búsqueda de un extremo que pueda encajar en el sistema, que pueda aportar velocidad en las transiciones ofensivas y que se compenetre con nombres como Richarlison y Bernard, aunque parece que en la Premier League parece complicado que pueda encajar por la ausencia de potencia física, lo que es necesario para dominar en Inglaterra.

Por otro lado, en el Dortmund sería una contratación estelar entendiendo la posible baja de Jadon Sancho, su encaje en un campeonato donde predominan las transiciones y que puede crecer en un contexto donde tendrá oportunidades de manera constante. En el contexto de Lucien Favre puede actuar como extremo o hasta como segunda punta con libertad, entendiendo que el sistema de juego del francés no cuenta con extremos sino con carrileros largos.