El eterno defecto de Orellana

Fabián Orellana tiene un serio problema con su forma de ser. Es un futbolista diferencial, con unas cualidades innatas y con un don para hacer lo que pocos jugadores hacen, pero tiene un problema mental grave e importante. Incapaz de centrarse y de estar tranquilo, el internacional chileno vive año tras año episodios que le impiden ser determinante en grandes equipos.

Le sucedió en el Celta de Vigo, de donde se marchó por problemas con Eduardo Berizzo. Repitió en el Valencia CF, donde apenas tuvo oportunidades de probarse en el cuadro ‘ché’ porque Marcelino García Toral le dijo desde el primer momento que se buscara equipo. Y en la SD Eibar no le está yendo mal, sobre todo a nivel futbolístico, pero autoexpulsiones absurdas como la protagonizada hoy ante el FC Barcelona dejan claro por qué Orellana siempre ha rendido por debajo de las expectativas.

Frente al Barça, su error tiene delito. Con 0-1 en el luminoso, con el Eibar apretando, con 25 por delante y con una amarilla, el extremo chileno ha desplazado el balón como disconformidad por una decisión arbitral. Segunda tarjeta y a la calle… y su equipo con 10 casi media hora.