El futuro del FC Barcelona está en el aire, o más bien el de su entrenador. Ernesto Valverde ha visto que en las últimas semanas ha perdido todo su poder sobre el banquillo azulgrana. De ser una pieza muy importante, ha comenzado a ser discutido.
Atrás quedaron decisiones que fueron de mucho peso, como no dejar marchar a Rakitic o apostar por Ousmane Dembélé. Hechos que han terminado demostrando que es un entrenador con un carisma especial, pero que no termina de encajar en la filosofía Barça, o al menos eso se viene contando.
Dejar a Leo Messi en el banquillo o brindar demasiadas oportunidades a jugadores de segunda fila como Munir y compañía han terminado de dejar su nombre en el alero. Aunque lo cierto es que todos los que le critican, no son capaces de ofrecer un nombre mejor para el banquillo.